LOJA, tengo algo que decirte:

Loja tengo que decirte que creo que SOS MI LUGAR EN EL MUNDO.
Así, lisa y llanamente, luego de tanto andar, de tanto buscar te encontré, sin saber que ahí estabas desde la primera vez que vi a Javico.

No se si él me llevó a vos o vos me llevaste a él, pero acá estamos, vos, él y yo.

Loja, tengo que decirte…

que Siempre supe que volvería a vos pero tenía muchos miedos y dudas de que me gustaras luego de no vernos tantos años, miedo a no adaptarme, a que la gente me rechazara, de aburrirme, y de tantas cosas más;

que Al final me enamoraste perdidamente desde que volví a poner un pie en vos;

que me gusta tu clima, tus montañas, tus arco iris, tu tranquilidad, tus veredas de colores con olor a nuevo, tus casas de arquitectura antigua, tu comida (sobre todo tus sopitas), tus mercados, tu gente.

Tu gente… que es tan amable y educada. Que tiene una suavidad que acaricia el alma. Que dice «tenga la bondad» para darte un vuelto.

¿Aburrirme? para nada… si tenés una oferta cultural increíble, accesible para todo el mundo, con teatros espectaculares y un montón de movidas culturales.

Jamás me imaginé sentir tanto amor por Loja. Jamás imaginé sentirme tan triste al abandonar un lugar que no fuera el que me vio nacer.

Llegué a vivir a Ecuador en Diciembre de 2017 a la ciudad de donde es Javico, Loja. Un lugar al que creí que no me adaptaría y en cambio me adoptó. Cinco meses después nos tocó ir a vivir a una ciudad en la otra punta del país Ibarra, que me decían que era parecida a Loja. Pero nada será como Loja nunca más. Sentí más pena por dejar está ciudad que por irme de mi país. Pero así nos toca por una buena razón y hay que tratar de buscar el encanto en todas partes. Así que en eso andamos en estos momentos. Sabiendo que en un tiempo volveremos a echar raíces en Loja, lugar que vio nacer a Javico, lugar donde está su familia ahora mía también y lugar al que siento que estoy destinada a volver.