El Lunes 12 de Febrero de 2007 salimos de viaje luego de habernos quedado a dormir en la casa Lu junto con Johi porque mi familia estaba de vacaciones en Miramar, una ciudad de veraneo a aproximadamente 500 km de Buenos Aires. Como nunca habíamos manejado la kombi, decidimos hacer un primer viaje de “prueba” hasta Miramar y de paso despedirme de mi familia que no los vería por un año.
Nos levantamos a las 4:30 a.m. para prepararnos. A las 7 de la mañana ya estábamos listas para salir. Nos despedimos de la familia de Lu, y la mamá que fue la persona que más nos apoyó con nuestro sueño desde el primer momento, que nos consiguió muchos clientes para vender tortas entre otras cosas, casi se sube con nosotras en la kombi y se viene al viaje. Recuerdo que nos dijo: “Ay, me iría con ustedes! si no fuese porque me duele la ciática me iría”. Y bueno, finalmente anotamos el kilometraje de la camioneta con el cual comenzarían estos caminos y partimos hacia la ruta.
Teníamos una mezcla increíble de sentimientos, nervios, mucho miedo, ansiedad y melancolía de lo que dejábamos atrás. Casi que no había manejado la kombi anteriormente así que era todo nuevo. Empezamos musicalizando el momento con Gustavo Cerati y estábamos muy contentas. Hasta… que Lu, con su buen olfato comienza a sentir olor a Nafta. Habíamos recorrido menos de 100 km y de repente se me prenden las luces rojas del tablero de la camioneta, entonces me muevo al carril derecho y cuando llego a la banquina se me apaga el motor. NO PODÍAMOS CREER lo que nos estaba pasando. Nos dijimos a nosotras “tranquilas, aunque no sepamos nada de mecánica, tenemos que intentar solucionar el primer problema mecánico de los tantos que vamos a tener”. Así que agarramos la caja de herramientas que me había armado mi hermano Elias, abrimos la tapa del motor, y empezamos a ver cuál podría llegar a ser el problema. Increíblemente encontramos el problema rápidamente, lo cual nos puso super contentas y encima lo solucionamos. Se había soltado una manguera que salía del carburador, por lo tanto la nafta no llegaba al motor y por eso dejó de funcionar. Agarramos un destornillador, colocamos nuevamente la manguerita y le ajustamos la abrazadera. Cuando prendimos la camioneta y arrancó, festejamos terriblemente, era nuestro primer logro, la suerte nos acompañaba!
Pero no… a los pocos kilómetros Lu volvió a sentir el olor a nafta, y yo le decía que no, que es de la nafta que se había derramado y el olor se sentía por el viento. A los pocos minutos sucedió nuevamente lo mismo. Esta vez decidimos llamar a Cacho el mecánico, y nos dijo que mejor volvamos para ver qué pasaba porque en estas camionetas es peligroso que caiga nafta sobre el distribuidor y se prendan fuego. Así que llamamos a la grúa de nuestro seguro y nos remolcó hasta el taller de Cacho. Anduvimos en grúa una hora y media. Por suerte el conductor era muy bueno y nos alentaba para que no nos decepcionáramos, y además no nos cobró los kilómetros que hicimos demás. Llegamos al taller al mediodía y estaba cerrado. No queríamos volver a nuestras casas porque ya nos habíamos despedido como para no vernos por un año entero así que decidimos comprar fiambre por ahí y comimos en la camioneta. Por suerte, no sé por qué estábamos muy divertidas, nos agarró un ataque de risa que casi lloramos. Así fue nuestra primer comida en la kombi y se nos pasó el tiempo volando hasta que abrió el taller.
Aproximadamente en una hora nos solucionaron el problema. Nos habían dejado el flotante del carburador regulado muy alto, entonces ingresaba mucha nafta y al rebalsar hacía que la manguera se salga y caía la nafta en cualquier lado.
Nos dijeron que antes de salir de nuevo a la ruta, demos una vueltita por ahí, así que fuimos a mi casa para ir al baño y volver a salir. Emprendimos nuevamente el rumbo hacia Miramar. Fuimos todo el camino muy divertidas, cantando y jugando a ver cuántos carteles veíamos en la ruta de Raul Eijo. Pero ya eran las 10 de la noche y no habíamos llegado ni a Mar del Plata. Por el momento había una única chofer, yo, porque Lu tenía licencia de conducir pero no tenía experiencia manejando, el plan era que aprenda viajando y que podamos manejar ambas. Y como prácticamente era la primera vez que yo manejaba en ruta, y estaba despierta desde muy temprano y encima ya era de noche, decidimos parar a descansar en una estación de servicio en Coronel Vidal a unos 60 km de Mar Del Plata. La idea era dormir un poquito y seguir, pero terminamos durmiendo 9 horas. Antes de dormirnos nos pusimos muy alegres porque esa era nuestra primera noche en la Gorda.
Al día siguiente nos levantamos, y no podíamos creer lo bien que dormimos en La Gorda. Habían luces, autos pasando, ruidos, etc y dormimos como angelitos. Hacía mucho que no dormía tan profundo. Arrancamos nuevamente hacia Miramar y llegamos a las 10 de la mañana para despedirnos de mi familia.
Bueno hoy nos fuimos de ahí, pasamos por Tandil, y ahora estamos en Olavarria…. un pueblito…. hicimos 400 km aproximadamente, y adivinen qué??? VENDIMOS 5 PORTARRETRATOS!!!!!! en un negocio…. 70 manguelssss…. jajjajaja
Bueno ahora nos vamos a dormir a la camio que mañana queremos llegar a General Villegas, luego de pasar por el pueblo de Manuelita…. Pehuajo….
Saludossssssssssssssssssssss
4 comentarios
groooosaass
buscadoras de belleza
adelantee
ciro
Gracias!!!!!!!!!!!
Me encantó tati!!! mucha aventura! mucha frescura para describir todo! me encanta leerte! un beso grande!
eiii gracias!!! me agrando viniendo de un groso! ja