Hace unos días regresamos de un viaje de 23 días por Cuba. Le dimos la vuelta a la isla. Caminamos mucho, viajamos mucho y hablamos mucho con la gente. Cuando uno opina sobre éste país, se hace muy complejo, por lo menos para mí.
Hace muchos años que quería ir a conocer Cuba. No me etiqueto bajo ningún ismo como expliqué en la entrada de «VIAJERISMO», pero desde que a los 19 años viajé por el norte argentino en el año 2003, se me despertó un sentimiento social (no se si estará bien expresado), pero algo se despertó en mi. Me pareció que no hace falta tener mucho para ser feliz y admiré la vida simple y comunitaria.
Quería ir a Cuba, porque me parecía que con la vejez de Fidel Castro el sistema estaba comenzando a cambiar y yo quería ver la Cuba comunista con mis propios ojos y no verla dentro de unos años en un museo. Por eso me decidí a ir a Cuba.
Muchas personas creían que yo volvería muy decepcionada de lo que es el sistema. Por el contrario volví encantada de ese país. Pero de esas cosas voy a ir hablando en las siguientes entradas.
Ésta entrada la voy a dedicar a los balcones de Cuba y la vida en ellos. Desde el día que llegué a La Habana y salí a caminar por sus calles, noté que a la tardecita la gente sale al balcón, a mirar la gente, a mirar el mar, y decidí fotografiar la vida de los balcones de Cuba, no siempre con gente, pero siempre con vida.
Acá les dejo las fotos, espero que les guste.
5 comentarios
Me encantó Tati!! Hay algunos que particularmente los envidio sanamente!!! Besos y sigan su camino!!
Andres
Hermosas Tati!
Soy un enamorado de las ventanas!
Estas fotos están geniales, son maravillosas, me encantaron!!!
siiii vi tus fotos de ventanas!!! eso quiere decir que «miramos parecido». Tus ventanas también son hermosas!!!!
¡Hermosas fotos! Hace pensar que toda casa necesita un balcón.
Gracias!!! coincido con vos, es fundamental un buen balcón o un patiecito!!!