En Guantánamo fue muy difícil conseguir camión para Baracoa. Algunos decían que salían pero como no se llenaban desistían. Entonces nos subimos a un camión para esperar que se llene. Habrían unas 10 personas incluidos nosotros. Pero los dueños del camión dijeron que iban a cobrar 10 pesos cubanos más para que pueda salir el camión sin estar completo. Algunos se enojaron y se bajaron. Nos quedamos solo Jaimis, yo y tres muchachos más que estaban tomando mucho ron a las 12 del mediodía. Entre ellos se conocían. Estaban escuchando música de protesta cubana, un grupo que se llama Aldeanos, en el que participa el hijo de Silvio Rodriguez. Uno de ellos tenía un tatuaje en la panza que era una bandera de Cuba atrapada entre cadenas y decía CUBA LIBRE. Con Jaimis pensamos: uuy si lo agarra la policía lo deja adentro.
Al rato uno de nuestros amigos parece desmayado de tanto tomar y comienza a vomitar. Estaba destrozado, fue el resto del viaje totalmente destruido. Todo este grupo de chicos iban al carnaval y dicen que en los carnavales siempre van carteristas que aprovechan las multitudes. Para completar el cuadro, vimos que metían una cuchilla enorme por la ventana y la guardan en una mochila. Ahí ya sentía mucho miedo. Los únicos extranjeros en un camión con un grupo de diez ebrios con un cuchillo en la mochila.
También nos habían contado que la ruta de Guantánamo a Baracoa es la más peligrosa de Cuba. Y creo que es cierto. Hay dos horas de camino de montaña con precipicio y muchísimas curvas. Encima la gente se paraba para ver por la ventana (rendija) del lado del precipicio y parecía que el camión iba a volcar. Ese día se me estaba haciendo interminable y como encima tenía miedo en el camión, se me hacía peor. Sentía que había una bomba a punto de estallar y que en cualquier momento estallaría.
Finalmente llegamos, y esperamos a que se bajen los del cuchillo para no bajarnos con ellos. Caminamos hasta la casa que nos habían recomendado, pero nos dijeron que estaba ocupada y que nos llevarían a otra. Quedaba un poco alejada del centro y en una calle de tierra. Al principio nos daba desconfianza por algunas cosas raras que sucedieron pero después nos terminamos encariñando un montón con Meilin, la señora de la casa que nos trató super bien, nos cocinó, nos lavó y nos cuidó.
Ese mismo día estábamos muy cansados pero decidimos salir a comprar comida. Terminamos en el malecón de la ciudad, en medio del carnaval y sin cámara de fotos! Pero para que vean cómo es, voy a poner unas fotos sacadas de un facebook que se llama FOTOS de Baracoa del carnaval del 2013 en el que nosotros estuvimos presentes. Estaba lleno de puestos de comida, de juegos, de golosinas y de todo lo que se imaginen. Comimos pollo frito con arroz ahí en la calle y mientras Jaimis buscaba algo para tomar, me hice amiga de un señor divino que vendía golosinas, Julio. Él me acogió en su puesto porque me enojé con los típicos locos del pueblo que me molestaban y no me dejaban comer tranquila, entonces yo me los enfrentaba hasta que me cansé. Pasamos un buen rato con Julio en su puestito y fuimos a dar unas vueltas con él y conversamos muchísimo.
Había mucha gente bailando muy bien y música por todos lados. Al final de la feria había un escenario montado porque iba a cantar Cándido Fabré, que lo aman en Cuba. Mientras tanto pasaban música cubana y la gente bailaba. Nosotros mirábamos y yo me moría por bailar pero soy muy tímida para eso. De repente se aparecieron nuestros amigos con más amigos de ellos muy simpáticos. Nos pusimos a charlar y terminamos bailando con ellos. Un chico que vendía pizzas me enseñaba a mí, y se mataban de la risa porque gritaba sorprendido: «¡ella sí sabe bailar!» Lo que pasa es que exteriormente soy media gringa, pero en mi interior llevó sangre latina, y me encanta bailar.Y bailé reggaeton, salsa y cassino con uno y con otro. Y Jaimis bailó con las chicas y después vino un reggaeton más caliente y Jaimis y yo bailamos juntos imitando como ellos bailaban. Hasta «raspamos», ustedes imagínense cómo es eso. Estábamos hechos unos cubanos. Nos divertimos mucho con ellos. No nos dejaban irnos, y querían que tomemos alcohol, así que tuvimos que decir que íbamos a dar una vueltita y volvíamos, pero nos fuimos a dormir.
Otra de las tantas curiosidades que vimos en el carnaval, fue un señor que iba caminando con un cartel que decía que tomaba fotos de recuerdo del carnaval. Era muy ingenioso, tenía su cámara de fotos y llevaba una impresora muy pequeña colgando con la que imprimía las fotos en el acto. Nos acercamos a él y lo felicitamos. Más adelante pasaríamos una tarde con él en otro lugar.
Baracoa después del carnaval se los cuento en la próxima entrada con fotos e información útil.
4 comentarios
Muy chevere lo unico es que Candido Fabre es cubano, era el vocalista de la Original de Manzanillo
ahhhh tenés razón! se me mezcló porque iba a cantar para festejar el triunfo de maduro y entendí que era venezolano. Gracias!!! ya lo arreglo!
Es lógico sentir miedo ante una cultura extraña. Y también es muy frecuente que en todas las sociedades haya buenos y malos sujetos, y dentro de estos últimos los que buscan sacar provecho de extranjeros o personas de alguna manera en desventaja por su debilidad física o por desconocer el terreno que pisan, aún a través de la violencia. Pero es bueno saber que finalmente se divirtió y conoció a gente buena y hospitalaria, aunque «rara».
uyyy no pero esos supuestamente malos a nosotros nos trataron bien, nos ofrecían ron ja. Y de todos modos nunca me sentí tan segura en ningún lado como en Cuba, lo cuento en el post de Curiosidades de Cuba y los Cubanos. Bueno igual como escribí, en la entrada que viene hablaré de Baracoa después del carnaval. Me enamoré de Baracoa, creo que quiero vivir ahí! Gracias por el comentario. Abrazos!