I. Taza de té o morirse de sed
Hasta mis 20 añitos de edad no me tomaba una taza de te ni loca. Habían muchas cosas que antes de viajar no ingería ni loca, y viajando me animé a probar por no despreciar a quien me lo ofrecía o por adaptarme a las costumbres de los lugares que visitaba. El caso del te es un caso muy llamativo en mi vida. En los recreos de la escuela siempre nos servían te y pan. No tomaba te porque existía la opción de tomar agua fría y optaba por ésta. Nunca tomaba ni te, ni cafe, ni mate, solo leche chocolatada.
Hasta que en el año 2005 con 20 años, viajé a Peru y Bolivia. Cuando llegamos a Cusco, decidimos contratar la excursión del Camino del Inca de 4 días. Era con guía, carpa, todas las comidas incluidas y nos acompañaban porteadores peruanos (son quienes llevan las carpas, la comida, los desechos que se producen para no ensuciar el parque, etc). Así que partimos a la montaña a caminar. Recuerdo que fuimos un tramo en una kombi hasta llegar a donde comienza la caminata. En un momento veo a uno de los muchachos sacándose los mocos mientras miraba por la ventana. Luego lo presentaron como el cocinero del grupo… genial! Aveces la comida cuanto más sucia más rica.
Mi sorpresa llegó a la primera comida, cuando para beber lo único que había era te de coca o mate de coca como ellos le dicen. No solo no tomaba te, sino que para nosotros es una costumbre muy rara tomar te con las comidas. No me quedó más alternativa que probarlo. Era reconfortante luego de haber caminado en el frío. Y luego de comer era digestivo. Fue como un enamoramiento con ese te. Todas las mañanas nos despertaban golpeando la carpa y alcanzándonos una tacita de te «a la cama», osea a la bolsa de dormir… como para no enamorarse!
Así comenzó una relación que al día de hoy es muy estrecha con esa infusión. Obviamente me compré dos cajas de mate de coca para traer a mi casa y todas las mañanas me tomaba uno. Cuando se me terminaron, comencé a probar otros tes y se convirtió en un hábito. Como soy muy friolenta en invierno me la paso tomando te para calentar el cuerpito.
II. Las mejores y más originales tazas de te del mundo
Un día mirando el facebook encontré una página que vendían tazas muy originales. Son tazas estampadas con dibujos de personajes famosos. Me metí al sitio y al instante me sumergí en un mundo de personajes. No podía parar de mirar y adivinar quiénes eran y reírme mucho con los dibujitos que me gustaban. Luego empezaba a pensar a quien de mis familiares y amigos le gusta cada personaje. Series de televisión, personajes de películas, de cultura, músicos y demás. Y me dieron ganas de regalarle una taza a alguien.
Cuando vi la taza de Seinfeld (una serie de televisión estadounidense que fue un éxito en los 90) supe a quien regalársela. A mi hermana Sofi, la más chica. Las dos cada vez que nos vemos comentamos sobre los últimos capítulos que vimos.
Seinfeld es un fenómeno especial. Viéndola 20 años después de haber sido grabada en otro país, en otra época, con otras costumbres y otra idiosincrasia, igual nos sentimos demasiado identificados. Y ni hablar como nos hace reír. Llega un momento que para casi todas las situaciones de la vida diaria uno encuentra ejemplos o similitudes con Seinfeld. Los cuatro personajes se meten en tu vida como si fuesen tus amigos. Realmente increíble.
Como yo también amo la serie, no resistí la tentación y me compré mi taza también!
Ahora quiero que alguien cumpla años para regalarle una taza. Me parece un regalo re lindo, original, y pensado para cada uno.
Por si a alguien le interesa les dejo la página de facebook de Nodoymas y la página web también: www.nodoymas.com.ar
Les recomiendo que entren para entretenerse viendo los personajes. (Esto no es una publicidad ni nada que se le parezca. Me gustan mucho los emprendimientos y éste es uno que realmente me encantó).
III. Mi Familia Arequipeña
Cuando viajé a Arequipa con La Gorda, conocimos a la familia Del Carpio. Ellos para mi son mi familia Arequipeña. Los miembros de la familia que nosotros conocimos son Julio (papá), Julito (hijo) y Vane. Los hijos ya son grandes, de mi edad. Y con ellos pasamos unos días hermosos, pero eso es otra historia. La cuestión es que todos los días a la mañana Julio nos preparaba el desayuno que constaba de un pancito riquísimo, con manteca y jamonada, y el toque especial era el té. Pero no era cualquier té. Era un te en hebras, bien negro que me encantaba. Tanto me gustaba que Julio me regaló un paquete re grande cuando nos despedimos. Ese té terminó de viajar conmigo por Sudamérica, y regresó conmigo a Buenos Aires. A mi mamá y a mi nos encantaba ese té. Y le conté a Julio.
Por las vueltas de la vida, un año y medio después volví por tierra a Ecuador, sola, en varios buses pero casi sin parar a dormir en ningún lado. Excepto en Arequipa (esa es una historia que nunca conté en el blog y tiene que ver con mi historia de amor con Javico, prometo contarla). Me quedé 4 días a disfrutar con mi familia Arequipeña. Y cuando me fui, Julio tenía preparado para mi otro paquete enorme del té que tanto me gustaba para mandarle a mi mamá.
*¿Qué es Veo Veo? Es, ante todo, un juego, una excusa para conocer lugares de la mano de otros viajeros, contarnos historias, viajar aunque no tengamos la oportunidad de hacerlo, encontrarnos. Se realiza una vez al mes y las temáticas se eligen en el grupo Veo veo en Facebook, y por medio del hashtag #VeoVeo en Twitter y otras redes sociales. ¿Querés jugar? ¡Veo veo! ¿Qué ves?
20 comentarios
Qué bueno que te hayas hecho fanática del te!
Ojalá algún día nos crucemos y compartamos una taza (prometo hacer mi especialidad, aunque podés ir practicando la receta que dejé en mi veo-veo y vemos cuál queda más rico!)
Aquí me confieso como otro fanático del té! En mi casa siempre tengo de varios tipos distintos y no me puedo ir a dormir sin tomarme mi taza. Rutinas, les dicen. Ahh y tengo una taza con la cara de Perón! jaja!
jajajaj buenisimo! cuando vuelvas a Haedo nos juntamos a tomar un tecito jajaj (re viejos)
Sí, la verdad está re bueno… les tengo que escribir para pedirles una remerita también! hoy se las encargo… Abrazos!
Me pasó lo mismo que a vos, hace poco aprendí a tomar té…me acuerdo cuando en el jardín de infantes nos servían té y yo siempre terminaba tirándolo en la bacha del baño, pasó mucho tiempo…pero recién ahora aprendí a apreciarlo… 🙂
Creo que el té una vez que se mete en nuestras vidas es difícil sacarlo! Abrazos!!
Groso el emprendimiento de Nodoymas! Ahí encontrás todos los personajes. Y si no está el tuyo son tan «locos» que te lo hacen.
Felicitaciones por «CAMINANDO POR EL GLOBO», excelente idea!
Mirá vos, sherpas peruanos. Interesante, nunca se me habia ocurrido pensar en eso.
Viste que lindo e stomarse un tecito cuando hace frio?
si… yo encima soy muy friolenta, y trabajo en sentada en la compu, quieta, lo cual da mas frió aun… así que el té es mi salvación!
¡Hola Tatiana! Me pasaba lo mismo con el té, pero no al extremo de solo leche chocolatada jaja lo mío era mate y café, pero de a poco, también en un viaje y porque de alguna forma no quedaba otra, el té empezó a formar parte de mi vida.
Me han dicho que haciendo el camino del inca, el té de coca es lo mejor que te puede pasar jaja
Besoteeee
Sí, el te de coca es lo más… yo cuando tengo unas hojitas caliento agua y se las mando… es el mejor! Y cuando volví me traje dos cajas grandes pero en saquito…
Y tu veo veo? tomaste té en Londres Angie?
Jajaja en Londres me la pasé a té, qué rico que es el té inglés, el «breakfast tea», delicioso. Mi veo veo fue más nostálgico en realidad, llegué a Argentina hace poco después de dar vueltas por un año y medio y estoy tratando de acostumbrarme a todo.
si… cuando leí tu veo veo no entendía si era algo más nostálgico del pasado, porque lo último que había visto de vos era que andabas en Alemania… ufff bueno te va a tocar acostumbrarte, yo lo pasé cuando regresé de haber viajado un año. Y encima volviendo a la facultad, y con Javico lejos… fue un año durísimo para mi, pero a vos te va a ir mucho mejor! Abrazos! y venite a buenos aires unos diitas y hacemos un encuentro de los veoveenses que estamos en Bs As
Veo que la taza de té fue super inspiradora 🙂 ¡Preciosas historias! Extraño el té de coca con todo mi corazón 🙁
Yo también, hace bastante que no tomo te de coca. Gracias Maga! Abrazos
Somos varios losque pasamos de odiar a amar el té!! Yo la que no logro todavía (y dudo que alguna vez me guste) es el mate… lamentablemente!!
Yo no podía tomar mate, pero es mi última adquisición, hace ya dos años jajaj y hasta lo tomo amargo. Aprendí a tomarlo en el comedor al que iba a ayudar, Oyitas, con las mamis bolivianas que le ponían cascara de naranja… y ahora ya lo tomo de cualquier forma! Abrazos Nati
Yo también hice el camino del Inca!
El té de coca era totalmente reparador después de la caminata de todo el día! Y cuando venian a la mañana a traertelo a la carpa, tal cual!!!, morias de amor!
Ayy me hiciste revivir recuerdos!
Me encantó tu veo veo! Y claro que me dieron ganas de probar ese té que te regaló tu familia de Arequipa!!
Muchas gracias!!!!
Qué linda forma de conectarse con el té, hasta pareciese que toda la negación previa a ese viaje en tu vida, hubiera estado esperando ese gran momento… qué cosas!!! 😉