Decidimos reservar bastante de nuestro tiempo en Vietnam para irnos a recorrer el Delta del Mekong en moto. Y en este post te contaremos sobre esta experiencia y te daremos algunos consejos por si estas planeando vos también una aventura semejante.
EL VIAJE
HO CHI MINH – MY THO – BEN TRE:
Alquilamos una moto en Ho Chi Minh, la probamos el día anterior y ya estabamos listos para partir a una nueva aventura (nunca antes habíamos viajado en moto).
Preparamos unas mochilitas de mano, las amarramos y salimos a la ruta. Aunque eso es un decir porque en Vietnam las rutas son como avenidas de muchísimos kilómetros en los que con suerte se consigue ir a 60 kilómetros por hora. El primer día viajamos casi sin parar desde Saigon a My Tho. Tuvimos suerte que la salida de la ciudad no fue tan complicada en cuanto al terrorífico trafico de motos.
Cuando llegamos nos pasó algo bastante extraño. No entendíamos cual era el centro de la ciudad ni donde estaban los hospedajes y restaurantes de la misma. Dimos muchas vueltas muertos de hambre, hasta que terminamos en Lotteria, un restaurante local de comida barata que nos gusta mucho. Luego con la cabeza un poco más fría recordamos que habíamos emprendido un viaje a la parte menos turística de Vietnam, y ya no encontraríamos “el sector turístico” que había en otros lugares.
En My Tho conocimos un templo Cao Dai, que es una religión que mezcla las bases de varias otras religiones, resultando en un conjunto de imágenes y estatuas super coloridas. El templo por fuera parece la casita de dulces de Hansel y Gretel. Me gustó mucho conocerlo ya que no había podido conocer el que se encuentra cerca de Ho Chi Minh. Luego cruzamos el río por un enorme puente y llegamos a una isla de palmeras enormes y frondosa vegetación que la recorrimos de punta a punta por una angosta ruta, observando la vida de la gente local.
De allí nos fuimos directo a Ben Tre. Que estaba muy cerquita. La ruta también parecía de Hansel y Gretel ya que estaba repleto de puestos que vendían millones de dulces de coco que son típicos de esta ciudad. Ya era tarde así que comenzamos a buscar hospedaje. Tarea que nos llevó por pequeños caminos rurales en busca de homestays que nunca encontramos. Rendidos, caímos a comer frente al río donde unos extranjeros nos recomendaron un hotel barato. Y menos mal porque ya estábamos a punto de dormir en un albergue transitorio a un precio realmente increíble.
Al día siguiente fuimos a conocer la pequeña ciudad. Entramos a una pagoda que tenía unas esculturas budistas enormes que daban la bienvenida. Adentro había un montón de monjes desayunando silenciosamente. Pudimos observarlos y recorrer toda la pagoda. Ver a los monjes nos dio hambre así que nos fuimos a desayunar un Pho, que es el plato típico vietnamita y se come a toda hora, y salimos a la ruta nuevamente rumbo a Tra Vinh.
BEN TRE – TRA VINH
La ruta entre Ben Tre y Tra Vinh fue la más linda del viaje. Una ruta angosta, con templos, campos de arroz y puentes desde los que se veían pequeños canales con casas a los costados.
Unos cinco kilómetros antes de arribar a la ciudad, vimos un monasterio enorme con una arquitectura que nunca antes habíamos visto, de color naranja y dorado, y obviamente nos detuvimos a conocerlo. Era una pagoda Khmer. Los Khmer o Jemeres es la etnia principal de Camboya pero una etnia minoritaria en Vietnam. Y en esta región hay varias pagodas y monasterios Khmer. Fue muy lindo conocerla, ver monjes y esas letras de rulitos extraños.
Al llegar a Tra Vinh comenzamos a dar vueltas por el pueblo con un triple propósito: almorzar, conseguir hospedaje y conocer. Primero almorzamos pescado en una calle que había algunos restaurantes, luego dejamos nuestras cosas en un motel barato y nos fuimos con la moto a recorrer. Comenzamos visitando una pagoda Khmer, Ong Met Pagoda, en la zona céntrica. Lo interesante además de la arquitectura y los interiores de los templos llenos de estatuas y pinturas coloridas, fue observar la vida de los monjes.
Yo me moría por hablar con un monje y hacerme amiga. Así que cuando vi a uno pasar cerca mío le pregunte dónde quedaba la otra pagoda que queríamos conocer y no encontrábamos. Él hablaba poco inglés pero igualmente fue muy simpático. Me contó que es monje hace diez y años y tuvimos la conversación típica “de dónde sos, como te llamás, etc etc”. Cuando nos despedimos, sacó una super tablet de entre sus túnicas naranjas y nos pidió una foto. Nos sacamos como diez selfies con el moderno monje y aprovechamos para tener un recuerdo con nuestra cámara también.
Por último paseamos por el río, comimos algo y a descansar luego de un largo día.
VINH LONG Y LA NOCHE QUE DORMIMOS EN UN TELO
El camino de Ben Tre a Vinh Long es lindo también. Vimos canales, y hasta una boda. Al llegar a la ciudad, nos pareció que no tenía nada en particular, así que cruzamos en ferry a la isla. Y ya solo el hecho de cruzar con la moto en el ferry, es toda una experiencia. Millones de motos suben al mismo tiempo y luego bajan en un completo desorden ordenado.
Al bajar del ferry en la isla habían un montón de carteles de «homestays», estos son teóricamente casas de familia que hospedan gente, pero se han convertido en hospedajes rústicos llenos de extranjeros. Igualmente son lindas, y en lugares rodeados de naturaleza, ideal para pasear en bici o caminar. Obviamente queríamos quedarnos allí y no en la pequeña e insulsa ciudad. Nos metimos por un angosto camino que cada vez se hacía más angosto en busca de las homestays. Encontramos unas pocas, la mayoría estaban llenas o eran muy costosas para nuestro bolsillo mochilero. Así que seguimos buscando mientras recorríamos los senderos de la isla. Rodeados de árboles, bordeando canales, observando la vida de la tranquila rutina de los lugareños.
Cuando estábamos resignados a solo pasear con la moto por la isla y luego regresar a dormir a la ciudad, llegamos a un lugar donde había un cartel de homestay. Pero era raro, ya que nadie hablaba inglés y nos hacían señales de «no». Nosotros insistimos y llamaron a una señora que hablaba un poco de inglés y nos dijo que costaba 15 dólares la noche por persona con comida y desayuno incluido. Bien, era más barato que sus vecinas. Me mostró la habitación que era bastante fea, pero ¡ERA UNA HOMESTAY EN LA ISLA!. Bueno, le dije que no queríamos la comida y que podíamos pagar diez dólares la habitación. Aceptó. ¡Íbamos a hacer lo mismo que hacen todos los gringos pero por el mismo presupuesto de dormir en la ciudad!. Yo estaba re feliz.
Cuando Javico entró a la habitación, que era una especie de cabañita, me dijo que vió a una chica y un chico salir rápido de una de las habitaciones subirse a sus motos e irse. Sospechaba que era un telo (lugar donde van parejas que pagan por hora para tener sexo). Yo le dije que no puede ser, que el lugar por fuera es lindo, que tiene restaurante, mesitas con sombrilla, que era imposible.
Nos fuimos a pasear y a comer en otra homestay y regresamos a las 8 de la noche. Cuando entramos al baño vimos una imagen de una mujer semidesnuda en una de las paredes ¡Alerta telo!. Luego Javico abrió el tacho de basura y encontró un preservativo usado ¡Alerta telo! y por último abrimos un cajón de un mueble y encontramos algunas cajas de preservativos ¡Explotó la bomba telo!.
Y ahí nos dijimos que era mucho pagar diez dólares para dormir en un telo. Fuimos a buscar a la señora para que nos devuelva la plata e irnos. Pero no habíamos nadie. Golpeamos las puertas de la casa, silbamos, aplaudimos y nada. Así que enfurecidos y con bastante asco volvimos a la habitación, nos comimos una lata de leche condensada y nos dormimos vestidos, con mi pañuelo en las almohadas. Dormir es un decir, porque entre el asco y que estaba lleno de insectos casi que no dormimos.
Al otro día buscamos a la señora y le dije: «¡this is not a homestay, this is a place where the couples come for have sex, I want 5 dollars back!» (esto no es una homestay, es un lugar donde las parejas vienen para tener sexo, devolveme 5 dólares)
La señora se hacía la tonta, pero se le escapaba una risita de costado y nos pedía la llave. Como era difícil pelearnos con ella que no sabía inglés, y no había gente alrededor, nos dimos cuenta que perdimos la batalla, pero de venganza no le dimos la llave y nos la llevamos de souvenir.
Así arrancamos directamente hacia el ferry y volvimos a la ciudad. Era muy temprano, así que desayunamos en una cafetería muy barata frente al río, donde solo había gente local y luego arrancamos a la ruta hacia Can Tho.
Estábamos dudosos acerca de ir a conocer el mercado flotante, pero las excursiones eran exageradamente caras. Averiguamos que podríamos ir en moto pero eso implicaría perdernos bastante, no tener la seguridad de llegar al mercado y hacer 70 kilómetros solo para ver el mercado. Decidimos que visitaríamos los mercados flotantes de Can Tho.
CAN THO Y SUS MERCADOS FLOTANTES
La distancia de Vinh Long a Can Tho es bastante corta y rápida. A las 9 de la mañana habíamos llegado a la ciudad, pero decidimos ir directamente al mercado flotante de Cai Rang por tierra. Allí pudimos tener una primera idea de lo que era el mercado y averiguar precios con los balseros. Para espiar el mercado primero nos metimos por un negocio de muebles que el fondo daba al río. La señora divina corrió la ropa que tenía colgada para que podamos acomodarnos mejor. No conformes agarramos la moto y cruzamos a la ladera del frente. Ahí sí que están organizados y no quieren dejar entrar a los turistas solos. Y es por que allí se puede observar el mercado desde la calle perfectamente.
También sacamos algunas fotos desde un puente que se puede observar las barcazas del mercado cuando se van retirando. Hermoso verlas desde arriba. Luego volvimos a la ciudad a dar unas vueltas y fuimos a descansar a la casa de un chico de couchsurfing que nos hospedaría por esa noche. Al atardecer recorrimos la costa del río, contratamos la excursión para ir al mercado al día siguiente y comimos unas delicias en el mercado callejero nocturno.
Al día siguiente fuimos a navegar por el Río Mekong en una pequeña balsa que compartimos con una pareja de franceses. Comenzamos a las seis de la mañana navegando hacia el mercado flotante Cai Rang que habíamos visto el día anterior. Hay que ir temprano porque a las nueve o diez de la mañana la mayoría de las barcazas se retiran por lo agobiante del sol. Y si bien el mercado se llena de balsas y barcos de turistas, es lindo observarlo desde el río. Todos los turistas desayunan allí. Hay mujeres vendiendo todo tipo de desayuno desde los barcos con gran destreza y simpatía.
Luego avanzamos por el ancho río más de una hora hasta llegar a un mercado más pequeño llamado Phong Dien. Allí venden frutas y verduras en pequeñas balsas. Entonces es lindo porque es como un rejunte de balsas y la nuestra quedaba entre medio. Se chocan unas con otras y nos quedábamos quietos esperando a que se corra alguna y nos dejara avanzar. A mi me gustó más que el de Cai Rang.
También hicimos un pequeño trekking de diez minutos y vistamos una fábrica de noodles de arroz. Pero mi parte favorita fue navegar por los angostos canales. Era una paz total, silencio y con el movimiento de la balsa fue hasta relajante.
Al mediodía volvimos. Dormimos la siesta para estar con todas las pilas para el año nuevo que era esa misma noche. Nos preparamos, salimos a cenar una pizza frente al río mirando la estatua de Ho Chi Minh. Luego paseamos, nos sentamos a escuchar música para esperar las doce de la noche. Y a las 22:30 nos fuimos a un parque donde harían la cuenta regresiva con un mega show. Pensamos que iba a estar aburrido pero por el contrario al llegar había un grupo cantando una canción que escuchábamos bastante seguido en Vietnam y nos gustaba, y luego tocaron otras que también nos sonaban conocidas. Más tarde vino un DJ y por fin la cuenta regresiva, que no entendimos porque era en Vietnamita, pero los fuegos artificiales nos encontraron brindando y festejando por un año mejor que el acabamos de pasar, aunque eso sea mucho pedir.
Lo más divertido fue que a las doce de la noche casi todos los vietnamitas se fueron y quedaron unos cuantos gringos con ganas de bailar y seguir festejando, y unos pocos vietnamitas divirtiéndose con los extranjeros y sacándose fotos. Los policías que tenían que mantener el orden y no dejar que nadie suba al escenario se sacaban selfies, bailaban y hasta se subieron para una foto grupal al escenario y todos los extranjeros nos colamos en la foto. Fue muy divertido.
A la mañana siguiente tempranito arrancamos hacia Saigón para devolver la moto. Fueron 170 kilómetros que hicimos rapidísimo ya que al ser domingo no había tráfico. Agradecimos poder devolver la moto sin que nos haya pasado nada. Y así termino nuestro viaje por el Delta del Mekong y por Vietnam también.
INFO ÚTIL
Cuestiones referentes a la moto:
Nosotros alquilamos la moto con la compañía Style Motorbikes en Ho Chi Minh City.
Dirección: 368 Vo Van Kiet, Phuong Co Giang, Quan 1, Ho Chi Minh
Teléfono: +(84) 86683 3796 / +(84)91513 9796
Mail: stylemotorbikes@gmail.com
Sitio web: www.stylemotorbikes.com.vn
Aconsejamos para este viaje, al menos comprar o alquilar un buen casco, ya que el casco que otorga la empresa es el casco vietnamita y realmente no son ninguna protección, y utilizar un calzado que proteja el pie, como mínimo recaudo de seguridad.
Tenés que saber que en Vietnam la moto es el principal medio de locomoción del pueblo, por lo tanto aveces es realmente muy complicado manejar en medio del mar de motos que se forma en as calles y avenidas de las ciudades.
Nosotros alquilamos la moto de 130cc y estuvo perfecto para este viaje. Una moto de menor cilindraje complicaría el manejo en ruta.
Llevar el menor equipaje posible es clave. Nosotros solo cargamos con nuestras dos mochilas de mano.
Ser consciente del peligro que implica un viaje en moto y por ello viajar muy atento, a baja velocidad. Recuerden que a pesar de que ustedes tengan muchísima experiencia manejando moto, alrededor de ustedes puede haber gente irresponsable que los puede poner en peligro. y en caso de accidente no les harían un «raspón» al auto, les harían un «raspón» a ustedes.
ITINERARIO para 6 días de viaje – RUTA – HOSPEDAJE:
DÍA 1 Ho Chi Minh – My Tho – Ben Tre: 69 km + 16 km. La salida de la ciudad hacia el sur no es complicada a nivel tránsito. Hay que tener cuidado y no subirse a la autopista que une Ho Chi Minh con My Tho. A nosotros el gps nos mandó por allí pero las motos no pueden ingresar a la autopista y cuando llegamos al peaje nos hicieron regresarnos. Deben agarrar la ruta QL1A. Dormimos en Ben Tre ya que nos pareció que en My Tho no habían demasiadas opciones. Las homestay aquí cuestan entre 16 y 20 dólares. Es muy difícil llegar y buscar una por nuestros propios medios, pero cerca del muelle hay agencias que arreglan para que de la homestay nos vengan a buscar. Nosotros dormimos en un hotel bastante decente por 10 dólares la habitación doble con baño, regateando, que queda por la calle Vo Van Khan (no recuerdo bien el nombre del hotel pero es cerca de este punto: 10.2353011, 106.3577491).
DÍA 2 Ben Tre – Tra Vinh: 60 km. El tramo más lindo de ruta. Deben tomar la ruta QL60 hasta la ruta QL53. Luego por esa misma ruta llegan al pueblo. Dormimos en Tra Vinh en un motel que queda en la calle Nguyen Thi Minh Khai en el punto: 9.9349260, 106.3363220. Lo pueden reconocer porque en la entrada tiene un almacen y el cartel dice MOTEL. Pagamos 170.000 VND por la habitación doble con baño. El lugar es muy básico pero por el precio está bien.
DÍA 3 Tra Vinh – Vinh Long: 67 km. Ruta linda también. Se llega todo derecho por la ruta QL53. Aquí dormimos en el telo pero si reservan con anticipación pueden dormir en alguna homestay (real) en las islas a partir de 20 dolares por persona con comida y desayuno incluido. Allí podrán arreglar la excursión al mercado flotante que es bastante cara (26 dólares por persona) o paseos en bicicleta.
DÍA 4 Y 5 Vinh Long – Can Tho: 40 km. La Ruta no fue especial. Se llega por la ruta QL1A. En Can Tho dormimos un noche en la casa de un chico divino de couchsurfing y otra noche en el hostel Enjoy Mekong Hostel que está muy bien ubicado. Allí arreglamos para hacer el tour a los ercados flotantes por 8 dolares cada uno compartiendo un pequeño bote entre cuatro personas y haciendo un lindo recorrido por cinco o seis horas.
DÍA 6 Can Tho – Ho Chi Minh: 165 km. Nuevamente evitando la autopista. Lo hicimos un domingo así que fue super rápido y sin tráfico. Nos hospedamos una noche por couchsurfing (fue fácil conseguir host) y otra noche en Enjoy Mekong Hostel que está muy bien ubicado para hacer el tour temprano al mercado flotante y para todo lo que hay que hacer en la ciudad.
VISITAR LOS MERCADOS FLOTANTES
Hay varias formas y lugares para visitar los mercados flotantes.
Mercado flotante de Cai Be: Queda cerca de la ciudad de Vinh Long. Yo me moría por ir porque tenía miedo que en Can Tho llueva y quedarme sin visitar ninguno. El tema es que por un lado los botes o excursiones que salen del muelle, decían que estaban llenos y ya no tenían cupo. Y por otro, los botes que salían desde las «homestays» costaban 26 dólares por persona. Lo cual me parece una locura. Habíamos analizado la opción de atravesar la isla en la moto, cruzar el río en ferry y así llegar a verlo por tierra. Pero para eso debíamos salir a las 6 de la mañana y no teníamos información certera de si realmente podríamos ir por ese camino y si se vería bien el mercado desde tierra. Yendo por ese camino tendríamos que haber hecho aproximadamente 60 o 70 kilómetros de más con la moto que no sabríamos si valdrían la pena o no. Optamos por no ir.
Mercado flotante de Cai Rang: Este mercado es el más grande y famoso del Delta del Mekong. Queda cerca de Can Tho y hay varias opciones para visitarlo. La primera que hicimos nosotros fue ir con la moto por tierra. Nos metimos por recovecos de los negocios que dan al río y pudimos ver un poco. Luego cruzamos a la ladera del frente, y sin en la calle que bordea al mercado intentaron que no pasáramos con la moto, los ignoramos y pasamos igual. Nos siguieron un rato hasta que los sacamos de encima y pudimos ver bien de cerca el mercado. De todos modos ya era un poco tarde y las barcazas se iban yendo. Desde allí se puede arreglar con los balseros para ver el mercado desde el agua. Nos querían cobrar 150.000 VND (7 dolares aprox.) para los dos por una hora. También desde el mercado de tierra salen botes grandes que llevan 15 o 20 personas. Estos botes cobran 150.000 VND por persona, pero regateando logramos que nos dejen a los dos por 100.000 VND. Eso lo averiguamos para el día siguiente. El chico que nos hospedó nos dijo que conoce una conductora de balsa muy buena onda que lleva a todos los que se quedan en su casa. Esa señora, como muchos otros balseros que se encuentran en la costa cerca del monumento de Ho Chi Minh donde se puede negociar con ellos directamente, cobra 400.000 VND (18 dolares) por un paseo de 4 horas por el mercado de Cai Rang, una fábrica de noodles, y otro mercado más pequeño. Intentamos conseguir dos o tres personas más para compartir los gastos pero no tuvimos éxito. Finalmente contratamos la excursión desde el hostel y compartimos el bote entre 4 personas. Nos costó 8 dólares a cada uno, pero en mi opinión valió la pena. Navegamos el Mekong durante 5 horas. Visitamos Cai Rang, la fábrica de noodles (que no es la gran cosa), el mercado de Phong Dien, caminamos al lado de campos de arroz y navegamos por pequeños canales. Estas excursiones parten a las 5:30 am, por lo tanto lo mejor es arreglar la excursión desde el día anterior.