Esto de viajar, se podría decir que viene de dos generaciones anteriores a la mía. Mi abuelo (Zeide, como yo lo llamo) y mi abuela (mi Baba), se recorrieron medio mundo (o más). Y no es que hayan ido a lugares cercanos solamente. Conocieron lugares cercanos como Macchu Picchu y lugares bastante lejanos, como Rusia, Turquía y Egipto, entre otros.
Mi Zeide es comunista. Fue a Cuba varias veces. Y algo pendiente en su vida, un sueño, es conocer China. Él ahora tiene 87 años y su fiel compañera de vida y de rutas ya no lo acompaña. Ella lo único que pidió es que sus hijos lo lleven a conocer China.
Resulta que sus hijos encontraron una manera muy buena para que un hombre de 87 años, en casi perfectas condiciones de salud, logre hacer ese viaje. La idea era que viaje en crucero por Asia, conociendo varios lugares más además de China, como Vietnam que también a él le encantaría conocer.
Intentamos convencerlo de mil maneras pero no hubo caso. Mi Zeide tiene miedo de arruinarles el viaje a sus acompañantes si llega a tener un problema de salud. Obviamente le dijimos que no pasa nada, que el que lo acompañe, asumiría ese riesgo. Pero nada. No hubo forma.
Esto hizo reflexionar a mi papá. Se dio cuenta que no quería esperar a ser viejito para hacer lo que realmente quería. Así que de un día para el otro se decidió a irse de viaje un mes, por Asia junto a mi mamá, en un Crucero. Debo reconocer que un poco me molestó porque se supone que yo debería estar en Asia hace un año contándoles historias a ellos, ¡y me ganaron de mano! (Mentira, me encantó que hayan hecho eso).
Lo peor de todo es que mi mamá es una competencia para mi como relatora de historias. Siempre que viaja manda unos mails que amo leer. Por eso decidí hacerle un lugarcito en mi blog y contar junto a ella, un poco de ese hermoso viaje.
Beijing – China:
Luego de un largo viaje, finalmente llegamos a China, Beijing. No salíamos de nuestro asombro al ver una ciudad TAN moderna, con edificios enormes y nuevos; amplias avenidas y un tránsito vehicular importante. Sin duda un gran contraste con lo que esperábamos ver….mi esposo comenzó a decir: «llegamos tarde a China»
Además de las plazas y monumentos históricos, lugares típicos y obligados, destaco lo imponente de la Ciudad Prohibida, donde antiguamente vivían los emperadores y sus familias; totalmente aislados del pueblo, amurallados, temerosos de lo que pudiera sucederles , ya que sus súbditos vivían sumidos en la extrema pobreza en contraste con la vida fastuosa del imperio.
Algo raro que nos pasó, fue que estábamos con un grupo de gente de Argentina, recorriendo la plaza más grande que vi en mi vida, Thian Men, era un mundo de gente, de verdad, ya que coincidimos con la fiesta del año nuevo Chino y era una semana de vacaciones. Cuantos chinos…jajaj! Una de las mujeres , llevaba siempre una bandera de Argentina en su mochila de mano, y nos propuso sacarnos todos juntos una foto. Nos ubicamos con la bandera delante nuestro, e inmediatamente se nos acercó un policía prohibiéndonos sacarla. La vigilancia era extrema , inclusive en ese mar de gente.
En todas las ciudades que recorrimos hay Ferias. Puestos de todo tipo de cosas. Se mezclaban los aromas de la comida con los perfumes y chucherías.
Fuimos a una feria de comidas típicas, de esas que muestran en los programas de viajes, donde te ofrecen para comer todo tipo de insectos en brochete: caballitos de mar, palomitas, y un sin fin de bichos chinos desconocidos para mí; pero….lo que me mató fue, que al finalizar la feria, miro hacia adelante y veo una zona de la ciudad que parecía la 5° Avenida de New York. Ya estaba anocheciendo y me encandilaron las luces de todos los negocios de primeras marcas internacionales, pero «muchas» marcas internacionales, hasta un Mc Donalds, al cual mi esposo entró desesperado.
El tour ya regresaba, pero yo no quería. Era una noche cálida y agradable, que invitaba a pasear. Pero, ¿cómo íbamos a regresar solos? Mi marido me dijo que no podíamos quedarnos solos, pero al verme con tantas ganas de quedarme, averiguamos la forma de volver al hotel, como pudimos, ya que chino no sabemos e inglés menos….y nos aventuramos a regresar en subte. ¡¡¡Fue lo mejor del tour de ese día!!! Caminamos por las callecitas y las ferias pintorescas con sus personajes divertidos.
Algo majestuoso…LA GRAN MURALLA CHINA. No hace falta decir nada más…hay que vivirla.
Además del lugar , me encantó su gente.
Busán – Corea Del Sur:
Fue el primer puerto en el que bajamos, ya que deberíamos haber amarrado en Shangai y luego Nagasaki, pero en esos momentos había un Tifón de grado 5 o 6 , y debimos huir de la región, con la obvia frustración de habernos perdido esos puertos. Pero al llegar a Busan, grande fue nuestra sorpresa. Un puerto importante que da paso a una ciudad moderna, y al mismo tiempo espaciosa, abierta; dinámica pero no enloquecida.
Primero fuimos a conocer un monasterio, bello, desde el aspecto del edificio hasta el aire que en él se respiraba. Todo era calma y paz. Parecía como los que se ven en las películas, con sus techos trabajados , pagodas.Y adentro la gente, rezando y haciendo sus rituales.
Recorrimos la ciudad en automóvil, y visitamos un acuario IMPRESIONANTE, que se encuentra en una zona céntrica, en la playa. Tiene peces, tiburones y todo lo que se te ocurra que viva en el agua, y se los puede disfrutar en un marco que hace que uno se sienta dentro de una gran pecera, viendo muy cerca a todos los animales.
Al salir de allí, fuimos a caminar por la playa y durante esos días se desarrollaba un festival internacional de cine. Una gran movida cultural.
Me encantó!!!
Kaohsiung – Taiwan:
Desembarcamos sin saber bien con qué nos encontraríamos, ya que éste puerto no estaba programado. Nos llevaron allí a raíz del tifón que antes mencioné.
Pensamos en recorrerla por nuestra cuenta. Por lo tanto comenzamos a caminar y a unas cuantas cuadras vimos un negocio con muchas motocicletas eléctricas, y nos acercamos a averiguar si las alquilaban. Y…sí! Nos decidimos a alquilar una, nos dieron una batería de repuesto. Nuestro temor era que al dejarlas aparcadas en la calle para recorrer, nos la robaran. Habían miles de motos, y cada vez que regresábamos la encontrábamos donde la habíamos dejado, con la batería auxiliar suelta, sin ningún tipo de seguro.
Comenzó la aventura y lo bueno fue que nos íbamos metiendo con la moto por donde nos gustara o nos llamara la atención. Así recorrimos unas callecitas de barrio muy autóctonas. Ese día era feriado, y estaban todos los comercios cerrados, pero en las puertas de algunas casas, cocinaban para vender, y yo quería preguntar que era cada cosa. Se desesperan porque no se pueden comunicar y terminaron obsequiándome unos bollos muy ricos.
Llegamos a la zona céntrica y moderna, con shoppings inmensos y caros. Ya de regreso, pasamos por las típicas calles de negocios, apiñados uno la lado del otro, con mucha gente recorriéndolos y comprando, ahí sí, a precios accesibles.
Muy linda experiencia.
Ho Chi Ming – Vietnam:
La más pintoresca de las ciudades que recorrimos, quizás porque hace tan solo 20 años que dejaron de estar en guerra, y eso hizo que aún no pudieran estar desarrollados como el resto de los países del Sudeste asiático.
Esta ciudad nos permitió que pudiéramos ver a la gente con vestimentas típicas, sus amplios pantalones con sus camisas y el característico sombrero de forma cónica que llevan las mujeres.
Se movilizan en motocicletas. Nos sorprendió mucho ver como llevaban a un niño sentado en una sillita alta de mimbre, ubicada delante, entre las piernas del padre que conducía. Un poco peligroso para nuestras costumbres.
Fuimos a ver una casa de artesanías en laca, muy especial de la zona. Hacen cosas hermosas con cáscaras de huevo, picaditas, o con incrustaciones de madera, y luego las laquean. Una figura típica es la de una mujer vietnamita que lleva su bicicleta, dicen que ellas acompañaban a sus esposos y se quedaban mirando como marchaban a la guerra.
Vale la pena, además del recorrido de los lugares históricos de la ciudad, ir a los túneles donde se refugiaban los soldados durante la guerra. Son como ciudades subterráneas. Dan un poco de claustrofobia, pero superarlo vale la pena.
Hong Kong:
Si bien Hong Kong fue devuelta por Gran Bretaña a China, ésta mantiene su independencia. Se rige con sus propias leyes. Es la Mega ciudad del Sudeste Asiático. La puerta de Oriente hacia el mundo.
No alcanza la vista para ver tantos rascacielos, vehículos, negocios y más negocios. Una isla que necesita ganarle terreno al mar para poder crecer, ya que hacia el cielo lo hace todo lo que la ingeniería se lo permite. Increíble como construyen en tan poco espacio. Milagrosamente no es una ciudad caótica a pesar del intenso tránsito y de la inmensa población que vive allí. La ciudad despierta siempre después que cae el sol, de las 18hs en adelante.
Bangkok – Tailandia:
La ciudad con los templos más hermosos que hemos visto. Los palacios y lugares turísticos, bien valen la pena a pesar de la gran cantidad de gente que los recorre. Maravillosos.
Me hicieron colocar una pollera sobre mis bermudas, ya que no se permite ingresar con las piernas descubiertas. Y para ingresar en los templos, hay que hacerlo descalzos, se deja el calzado en la entrada y aunque no lo crean, cuando uno sale sus zapatos siguen allí.
Es muy lindo el paseo que se hace en las lanchas típicas, que permiten mirar la ciudad desde el agua. Pero lo más llamativo es ver como se traslada la gente en motocicletas De repente en un cruce de calles aparecen unas 50 motocicletas juntas, un verdadero enjambre.
Y otra particularidad, son los tendidos de cables eléctricos, verdaderos enredos amuy baja altura. Hermosa ciudad, diferente.
Singapur:
Una sola palabra:MARAVILLOSO.
Sin bien durante toda la travesía se repetían las grandes ciudades con sus enormes edificios, a lo cual ya nos habíamos acostumbrado, Singapur nos sorprendió aún más que el resto. Por su belleza, la limpieza de la ciudad, el orden, los espacios verdes y su forma de vida.
Singapur es una ciudad estado, una isla muy pequeña, a la cual le van agregando terreno ganado al mar. En uno de esos espacios han construido un hotel impresionante, el Marina Bay, con tres torres de 47 pisos que se unen en lo alto a través de una terraza espectacular, que tiene una confitería desde la cual se puede apreciar la vista panorámica de la ciudad. El hotel, que particularmente no me gustaría para alojarme, tiene una terraza con una confitería de acceso libre, y una piscina perteneciente al hotel con uno de sus bordes sin fin. Osea que parecería que el agua cae por el frente del edificio. Se puede ir a conocer, sin estar hospedado allí, pero no se puede ingresar a la piscina. Vale la pena. Todas las noches, desde allí, se pueden ver los fuegos artificiales, con música y luces en el lago que se encuentra al frente del Marina Bay.
En Singapur no hay delincuencia, ni drogas, ni secuestros. Impera la pena de muerte (para algunos será bueno y para otros malo) y son muy estrictos. Si alguien ensucia la ciudad, es multado con cifras importantes.
El tránsito es fluido y ordenado. Claro…acceder a comprarse un automóvil es carísimo para la mayoría de la gente, son muy costosos, pero además de eso, tienen que comprar primero un cupo, un permiso que otorga el estado, y cuando éste lo asigna, recién pueden comprarse el vehículo. Es más , hay gente que solo compra un vehículo para transitar únicamente los días Domingos y en la semana después de las 19hs. Se diferencian por la chapa, de color amarillo.
Los dirigentes, que trabajan para el gobierno, ganan suculentos sueldos, y no hay corrupción. Dicen que se cuidan mucho para no correr riesgo de perder sus puestos….¿será así?
Nos dedicamos a caminar mucho por la ciudad, nos subimos y bajamos de los subtes…ya más cancheros, con un planito en la mano.
Imperdibles en Singapore:
* Ir a conocer el Fullerston Hotel, era el antiguo edificio de correo. Muy hermoso.
* El Jardín Botánico de Orquídeas.
Por último les quiero dejar unas perlitas de mis padres que encontré entre las fotos y videos de su viaje, para que se rían un poco (lo mejor es el video de mi papá molestando a la gente, algo que suele hacer bastante seguido):
6 comentarios
Jajajaaa, están re locos! Soy fan de tus viejos!!
Excelente relato, hermosa experiencia Tati, qué lindo!!!!! :
Me encanto! capos!
Lindisimo viaje!!
jajaja genial Tati!
me encanta lo que hacén……..quizás porque nunca tuve la valentía de hacerlo… desde ahora viajo con ustedes!!!!!