¿Son buenos o malos los Jesuitas? Es un dilema que todavía no logro resolver. A lo mejor esa pregunta no tiene una respuesta tan concreta. Si nos guiamos por lo que dicen en los sectores donde se encuentran los restos de las Misiones, diríamos que son unos santos, porque “ellos salvaban a los nativos de la esclavitud y el trabajo forzoso, y les enseñaban religión y oficios”. Pero indagando un poco más supimos que cada piedra roja de aquellas construcciones fue colocada por los nativos.
De cada aspecto de la historia hay varias versiones. Ahora yo me cuestiono por qué esa gente que creía en el sol, la luna y la pacha, deberían aprender una religión que les impone un nuevo dios, todo poderoso al que hay que temer para no ir al infierno. Por qué deberían aprender español cuando tenían su lengua que por suerte se mantiene viva hasta el día de hoy.
Por otro lado Indagando con una profesora de historia, aprendí que los jesuitas vinieron a América luego de la colonización y se adaptaron a las comunidades nativas. Los colonizadores consideraban que los nativos no tenían alma, que eran como animales, por eso los esclavizaba y los obligaban a realizar trabajos forzosos. Pero los jesuitas consideraban que sí tenían alma y entonces querían enseñarles a creer en Dios. Para eso ellos aprendieron guaraní y unificaron ambas culturas. Los rezos eran en guaraní. Y las viviendas de todos eran iguales, tanto de los jesuitas como de los nativos.
Finalmente los jesuitas fueron expulsados por la corona española a la que no le convenía nada que los nativos «tengan alma».
Paraguay conserva un vestigio de su historia, buena o mala pero suya. Digna de ver, analizar y contemplar.
Llegamos a Trinidad para conocer las Ruinas Jesuíticas de la Santísima Trinidad. Primero las conocí al atardecer con un cielo color fucsia.
Luego pude contemplarlas de noche, ya que hay un circuito nocturno iluminado. Es muy hermoso.
Y por último las recorrí a primera hora de la mañana, para vivirlas a mi tiempo, sola. Por suerte me hospedé al lado de las ruinas.
La magnitud de la Iglesia Mayor es imponente. El trabajo tallado en rocas es alucinante. Y si uno se detiene a imaginar cómo habría sido en aquellos tiempos, con su estructura completa, se traslada a esa época de inmediato.
Luego nos trasladamos al pueblo de San Cosme y Damián con la intención de conocer unas dunas que quedaron inundadas por la Represa de Yaciretá y solo se asoma la parte superior de lo que antaño fueron unas dunas inmensas. Lamentablemente no pudimos acceder por el elevado costo del transporte, pero descubrimos un pueblito hermoso, de esos que tanto me gustan a mí. Nos dedicamos a recorrerlo todo el día, impresionadas del color de la tierra, de la tranquilidad, la simpleza y la belleza del pueblo.
Como en cada rincón de Paraguay, la gente nos trató muy bien. Unos chicos nos acompañaron al río y compartimos un hermoso momento juntos.
Y nuevamente siguiendo las huellas de los Jesuitas conocimos otro sitio de las misiones, que se encuentra en el medio del pueblo y fue reconstruido. La iglesia se utiliza por los pobladores hasta hoy en día.
INFO ÚTIL
Hospedaje:
Hotel A Las Ruinas: Ruta VI (frente a Las Ruinas de La Santísima Trinidad)
Tel: (0985) 828 563
Mail: a.weisbach@gmx.net
Precio: 60.000 guaraníes por persona con desayuno
Que ver y hacer:
* Ruinas Jesuíticas: Santísima Trinidad + Santos Cosme y Damián + Jesus de Tavarangue. 25000 guaraniés para entrar a las tres.
* Dunas de San Cosme y Damián: Hay que ir desde el pueblo San Cosme y Damián. Se pueden acercar a prefectura y tratar de arreglar el precio de la lancha. Lo mínimo que cobran el viaje es 300.000 guaraníes, así que hay que tratar de formar un grupo para abaratar costos.
Carreteras
Si van en vehículo, como nostras gracias a Hertz Paraguay, desde Asunción a Trinidad les comento que las rutas se encuentran en perfecto estado. Hay que abonar 3 peajes de 10.000 guaraníes cada uno. Y de Trinidad a San Cosme hay dos peajes más de igual valor.
3 comentarios
interesante experiencia
según recuerdo, a los jesuitas los enviaron a latinoamérica para «evangelizar» a los «indios».. cualquiera puede pensar con esto que los mandaron a perderse a este nuevo mundo y/o eliminarlos en el proceso
santos no son, pero sí se merecen un reconocimiento por criticar las inconsecuencias de la iglesia católica
Me gustaría que hablarás de la gente y su cultura
Claro! todavía falta escribir muchísimo sobre Paraguay. Recién empiezo. Gracias por interesarte. 🙂