Como ya conté en el primer post de Cappadocia, éste era un lugar al que quería ir sí o sí en Turquía. Y obviamente deseaba volar en globo. ¡Me moría de ganas!
Por medio de las investigaciones de Javico, llegamos a Arturo, el único piloto de habla hispana trabajando en Cappadocia. Fue un divino desde que empezamos a conversar por internet antes de llegar. Y terminó siendo además de nuestro piloto, un amigo.
El primer día nos encontramos con él (español) y su esposa Diana (colombiana). Cuatro nacionalidades hispanohablantes juntas. No puedo explicar lo que nos reímos. Nos llevaron a recorrer caminando los valles cercanos a Göreme. Nos presentaron más amigos, como Gina, una colombiana divina con quien también paseamos. Cocinamos ñoquis en su casa y hablamos muchísimo de política, de Turquía, de Colombia y sobre todo de los inodoros de Japón (el monólogo de Diana es imperdible).
Entonces si viajar en globo es espectacular de por sí, imaginen hacerlo con un amigo en el que confían totalmente, al mando del globo.
Antes de volar, tuvimos otra experiencia con los globos espectacular. Lo llamamos a Arturo a las cuatro de la mañana para ver si despegaban los globos por el clima. Y nos informó minuto a minuto si los globos despegaban y el lugar preciso donde ir a verlos.
Fuimos a un lugar llamado Çavuşin, en la cima de la montaña a esperar el despegue. Vimos como se inflaban los globos abajo de la montaña, vimos el fuego prenderse y los globos despegar poco a poco. ¡Eran muchísimos!. Y de repente empezaron a venir hacia nosotros. Y desde el aire: – Tatiiiiiiiiiiii… Tatiiiiiiiiiii… ¡Y era Arturo gritando desde el cielo!, desde su globo lleno de Asiáticos que gritaban de la excitación.
No se como hizo, pero se acercó a nosotros en la montaña, casi rozando el suelo, al lado nuestro. Yo corrí hacia el globo, grité, salté y sacamos fotos super emocionados. Fue realmente espectacular.
Luego nos tocó el turno a nosotros. El clima estaba feo y hasta último momento no sabíamos si despegaríamos o no. Yo me fui con Arturo al campo para ver la preparación y el inflado del globo. Tienen mucha experiencia y hacen todo muy rápido. Cuando confirmaron el despegue, todos los equipos comenzaron a desplegar los enormes globos en el suelo. Colores por aquí y por allá, gente moviéndose como hormiguitas para preparar todos los globos y despegar. Colocan los ventiladores frente a los globos, y fffffffffffffuuuuuuuuuuummmmmmmm comienzan a inflarse. De repente Arturo me llama, me hace escabullirme entre unas telas coloridas y ¡aparezco adentro del globo! En el medio del arcoíris que luego veríamos desde el canasto.
Por último encienden las llamas de los globos, y comienza una lluvia de fueguitos, porque habrían como veinte globos uno al lado de otro haciendo las mismas cosas. Subimos todos los pasajeros en el canasto. Nos explicaron la posición de aterrizaje y los cuidados que debíamos tener. Y poco a poco nos levantamos del suelo. La sensación de levitar muy lentamente. De flotar. Mi cara era de feliz cumpleaños. No podía dejar de decir “waaaaaw” y Javico que es difícil de sorprender tenía una cara de felicidad tremenda, mostrando todos sus dientitos.
La felicidad y la sorpresa era doble: por un lado la hermosa sensación de estar volando, es inexplicable; y por el otro, poder contemplar los hermosos paisajes de los valles de Cappadocia desde las alturas, con un montón de globos alrededor, agregando colores a los bellos tonos de la región.
Íbamos con muchas chinitas re graciosas. Gritaban por todo. Se Reían y encima Arturo las hacía reír aún más. Por lo tanto el viaje fue muy divertido. El momento del aterrizaje fue tenso para mi pero fue perfecto. A veces aterrizan arriba del carro, pero estaba un poco ventoso así que aterrizamos en el suelo y antes de desinflar el globo los subieron al canasto haciendolo flotar un poco con nosotros arriba. Una maniobra muy exacta y precisa.
La tradición dice que al aterrizar el globo hay que brindar por haber sobrevivido al vuelo. Y eso hicimos. La gente de Rainbow Balloons preparó una mesita con sidra y brindamos todos juntos entre risas chinescas. Arturo nos entregó un diploma a cada uno y las chinitas se sacaban fotos con él saltando y gritando. Muy gracioso.
Y así culminó nuestro primer vuelo en globo. Felices de haber vivido esta experiencia única.
¡Gracias Rainbow Balloons por dejarnos vivir esta experiencia tan hermoso y con una empresa tan responsable!
Dirección: Rainbow Balloons, TR-50290 Uchisar Nevsehir, Turkey
Teléfono: +90 384 219 33 08
Email: fly@rainbowballoons.net
Sitio Web: www.rainbowballoons.net
4 comentarios
Qué hermosa experiencia!! A medida que iba leyendo tu relato me iba imaginando absolutamente todo y me compenetre tanto que me emocioné!!!
Sigan disfrutando!! 🙂
Hola Cynthia! que lindo lograr eso! es el mejor halago que un bloggero puede recibir! Gracias!!!
Muy lindo y mas con todo el relato q parece ser uno el que esta ahi. Me alegro q la esten pasando tan bien y cumpliendo varios sueños. Se los extraña, pero siempre con una sonrisa y alegria. Beso y seguire con Ustedes leyendo e imaginando desde aca. Beso y abrazo
Hola Lucas!!! que lindo leerte por acá y que te haya gustado! Nos vemos al regreso!!!